jueves, 6 de agosto de 2009

Narrativa breve : Dunga bunga en las aguas quietas

DUNGA BUNGA EN LAS AGUAS QUIETAS
por David Alberto Fuks

En este preciso momento.En aquel.Muestran por televisión como a Jacqueline Basualdo le están extrayendo un pez de su rodilla.Nadie sabe como el animal ha ido a parar allí con toda su rojiza oblonguez,su cara de nada y ésas inútiles alas que no le sirven para volar.O mejor dicho,quien lo sabe lo oculta a sabiendas que, si el fenómeno se expande, puede perjudicar el amplio espectro que vá desde la industria del turismo y de la pesca hasta las modernas técnicas de fertilidad asistida.Pezte ve.
Alguien ya lo intentó ayer con el peor espíritu difamatorio: salió inescrupulosamente a parlamentar ante las cámaras que la anunciada intervención a Jacqueline (desde que la noticia se expandió hasta límites inflacionarios esta madre argentina iba perdiendo su apellido a medida que ganaba popularidad) ponía al descubierto su condición de sirena.¿Y qué?.¿Y qué?.
De inmediato el periodista nocturno reunió a un grupo de expertos quienes con fotocopia de la tomografía en mano,discutieron hasta el cansancio las ventajas de las hibridaciones o los riesgos de encontrarnos ante el resurgimiento de tendencias que defiendan la pureza de las razas.
Un avance del almuerzo de mañana -lo que confirma mi sospecha de que aquel es en realidad una cena de hoy, que le faltará el respeto y le quitará espontaneidad al ceremonial de ingesta,de marras- asegura la presencia de por lo menos tres locuaces delfines que, sardinillas apetitosas en boca, contarán su verdad.
No, la cosa es mas sofisticada.Mendíaz,el delfín mediano pre-anuncia: "Contaré toda la verdad" pero de súbito una voz censuradora en off instala a modo de sobretítulo: "Su verdad".La anfitriona ,traga elegantemente la última cucharadita de mousse de limón y luego cita un párrafo de Derrida sobre la singularidad escrito en gigantescas letras.
No me llevan a engaño estos juegos de objetividad .Yo tengo experiencia en esto.He visto al televisor convertirse en una vulgar pecera cuando los programadores locales, en una transmisión vía satélite ,deben rellenar el horror al vacío de publicidad que les produce la larga espera durante la conexión con las emisiones directas desde la Capital.
Y,en ese acuario improvisado e ilusorio la función decorativa que la estética ictícola propone nos deja desguarnecidos ante tanto naturalismo .¡Bueno!...que uno no puede prescindir de alguna que otra ironía cuando advierte el contraste entre estos pochoclitos massmediáticos y los cantos de sirena del viejo y congelado Disney...¡Rayos!que aquella princesita submarina me reconforta mas que la Basualdo sangrando a la derecha de su televisor.
En este preciso momento.En aquel.Se habla de cesárea, de parto por cesárea,ante la irrefutable evidencia que toda buena rodilla que se precie de tal carece de orificio alguno.¿Habrá algo mas ectópico en esta intervención que desconozcamos?¿O acaso se trata de nuestra vulgar y narcicista persistencia antropomórfica que nos reduce a ubicar a todo hijo en su correspondiente vientre ?.
No desesperemos ni caigamos en determinismos a ultranza.Todo tiene una explicación solo que no debemos anticiparnos a ella tan solo porque todo tiene una explicación.Mejor aguardar los tiempos que vendrán y hasta entonces revolcarnos en el placer de la angustia por lo indescifrable a corto plazo.Faltan tres minutos.
Ya está la cabeza asomando como el sol del veinticinco.Ya la Basualdo sonríe -diga whiskye on the Rocks le dijo un cameraman estúpido-mientras le secan su frente y comienzan a suturarle y su pequeño pez yace en el bol de pyrex que ella aprieta en su regazo.Se transparenta la presión de los brazos a través del vidrio.
Un micrófono volátil golpea su labio superior que ella lame elegantemente como si fuera aquella última cucharadita de mousse de limón, pero de chocolate. Acusa el impacto y se recupera de inmediato para poder responder a la avalancha de preguntas que le hacen una avalancha de periodistas que se le avalanchan encima.Dunga bunga en las aguas quietas.El pez corre peligro,el pez corre peligro,el pez corre peligro.
"Ésa mujer debe descansar",dice uno de los fotógrafos mientras le flashea el ojo.Se mece el pez. Sí,sí,así lo entiende todo el mundo.Debe descansar.Así también lo entiende la Basualdo, quien se despide de su recien adquirido querido , no sin antes prometer que muy prontito nos revelará el nombre del padre.
Es inevitable que la cámara capte la sonrisa socarrona del animador del post-operatorio que suspicaz intuye no solo del- hijo- de- quien- se- trata- sino de que hubo arreglo por los derechos a la primicia con alguna intermultinacional del papel prensa.
Otra voz en off exalta la necesidad de recuperar valores de otrora tales como la solidaridad y declama emocionada la recepción de frívolas donaciones: todo un conglomerado de batitas kitch, mamaderas nauticas con anclas estampadas, sonajeros collarcitos de caracola y frasquitos de alimento balanceado .
Al final,los créditos publicitan a los sponsors de último momento:un monopolio del azul de metileno y una pyme que acaba de lanzar su nueva versión plus de anticloro orgánico.
La desazón me invade.¿Esto era todo?.Paso y repaso en mi memoria y no te miento si te digo que creo haberme entusiasmado mas en la madrugada aquella del descenso del único hombre en la luna, y tal vez ahora mas que antes, puesto que se con certeza que aquel valeroso muchacho fue el único en hacerlo…¿o fueron dos?
Muy pronto me recupero.Un vecino que estaba escuchando el informativo me telefonea para preguntarme que hay de cierto y que a que hora transmiten desde el Sheraton el casamiento entre el viejo y olvidado futbolista y un rollo de cinta scotch.Corro a enceder la radio.

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