jueves, 6 de agosto de 2009

DESPLIEGOS nº1 . ¿Por qué el país ya no se disfraza?

¿Por qué el país ya no se disfraza?
David Alberto Fuks
Ahora, (ahora más que nunca) que la realidad se ha samantarantinizado,que nuestros más bellos sueños catódicos se han teñido De Negri,que sus máscaras de látex hacen la delicia de los niños.Ahora (ahora más que nunca)que la estupidez Coppo-la pantalla,que algunos periodistas se autosemiologizan salvajemente mientras se abren los cinturones de sus panzas piponas de sexo,droga y rockandfootball y escarban entre sus dientes para eliminar todo resto de complicidad tendida a su público más fiel (¿Habrá quien salga a decir "Yo no lo miré" como antes "Yo no lo voté"?).
Ahora que aquellos pretenciosos amantes del periodismo de nivel disfrazado y coqueteando con la Academia se descubren (¡horror!),formando parte y homogeneizados en los porcentajes de rating.Ahora (ahora más que nunca) que los maestros banalizadores (los indagadores de embarazos farandulescos,los calculadores de miligramos de semen,los que patetizan lo trágico) se pre-ocupan descaradamente de la banalización propia y ajena, es pertinente volver a preguntarnos:¿por qué el país ya no se disfraza?.
¿Por qué el país ya no se disfraza? porque ya no tiene lo que ocultar.Ninguna máscara le es eficaz.Al desdibujarse los valores,ante la vacuidad de sentidos,la transparencia -excesiva,invertida-adquiere preeminencia.No hay lo que ocultar porque no existe conciencia crítica acerca de lo que se oculta.El rostro de la ilegalidad al descubierto es la cara descubierta,des-fachatada,devenida de pronto legítima.
Agotada la reserva ecológica de su majestuoso esplendor colectivo de luciérnagas furiosas la noche ya no oculta ni siquiera en la penumbra vaga de los salones v.i.p.Vale la pena recordarlo :v.i.p. significa very important persons lo que llevaría a definir qué son personas, qué son importantes y qué son muy.
En tiempos no muy lejanos donde lo carnavalesco era ceremonia y tradición como lo religioso, la noche era solidaria del disfraz,casi una transgresión.Hoy,en que los asaltos (a la razón)se cometen a plena luz del día las metáforas de la luz entran en un cono de sombra.Llame Ud. a una línea telefónica de las tantas existentes y algún/a famoso/a le mostrará su desnudez verbal por algunos centavos.
Hubo una época en la que la investigación política debía hacer verdaderas excavaciones arqueológicas para detectar procesos de extranjerización del patrimonio de capitales llamados nacionales.Hoy,que el concepto de imperialismo parece arcaico, publicitar cholulamente que empresa extranjera absorvió/ fusionó/compró/alquiló a quien y por cuánto, prestigia y avala empresarialmente.Cuánto más monopólica la empresa mejor.Nos dicen:¡atención!¡alégrese!porque la empresa Mengano que antes era una porquería nacional,ahora fue comprada totalmente o en su 80 % por la empresa extranjera Perengano que tiene tantos años de background , record y etc.Se esfumó el pudor anticolonial.
Estas reflexiones-quizás nada novedosas -nos surgen de la contemplación no sin azoramiento - de los usurpadores del carnaval cuya insistencia torpe en quebrar las reglas del juego por la democracia y la justicia deslegitima toda acción restauradora del corso,la mascarita,el lanzaperfumes y el papel picado.Se interrogaba M.Estrada:"¿El carnaval propiamente dicho ha desaparecido.Pero,¿dónde está y bajo qué aspectos se disfraza?".
Así describe Ernst Jünger en Un encuentro peligroso a su personaje León Ducasse:"Una vez soñó con reconstruir en torno a sí la antigua sociedad,con sus formas,su colorido y su amenidad y descubrió que,en el mejor de los casos,semejante intento no produce sino la ilusión tangible de un baile de máscaras con ambientación histórica.Sin embargo,poseía una especie de integridad heredada que le inducía a utilizar siempre decorados auténticos".
Con tanto anti-disfraz a modo de disfraz los v.i.p. desprestigian los usos del carnaval ( por lo menos de aquel que se halla en las memorias de nuestra infancia) de una patria que se renueva en cada época como nos lo manifiesta la lectura de La cabeza de Goliat de Ezequiel Martínez Estrada quien entonces ya se quejaba de lo mismo:"Ahora el carnaval se gasta en actos y pasiones de la vida ordinaria".Aquellos refugiados de las comparsas,"máscaras dispersas,náufragos de la catástrofe"iban a parar a la radio "donde se los oye como voces de ultratumba".Hoy tenemos refugiados caretas de los salones V.I.P.que van a parar a los estudios de T:V. "Espectros,Sólo existen para la galería fotográfica de los diarios y las revistas",dice M.Estrada.Otros espectros para agregar a la lista de Derrida para lo cual remito a mi reseña Historia de aparecidos .
Eduardo Rinesi quien ha abundado acerca de las metáforas teatrales en la teoría política y nos ha ilustrado acerca de las murguitas y el juego teatral de máscaras en la frivolidad menemista ("la caída de las máscaras,esa conquista de la civilización") que exhibe"un componente festivo,aún diríamos:carnavalesco" nos recuerda que frivolidad "es la confusión del ámbito privado de la vida del político con el ámbito público de su gestión gubernamental".Y M.Estrada ,al que hoy citamos abundantemente sin culpa ,describe a las mascaritas de antaño que se disfrazaban de príncipe.Claro,leemos este párrafo de M.Estrada y no podemos dejar de pensar por un lado ,en El Príncipe de Maquiavelo y por el otro en los actuales gobernantes porque creemos que a esta comparación invita M.Estrada:"No se emborrachaban ,esos príncipes;no hacían groserías a sus acompañantes;no ofendían a los que los acogían en su casa para festejar sus gracias.Eran príncipes como Dios manda y hasta recitaban versos de Echegaray.Al atardecer -no antes-caían agobiados de representar ese papel tan difícil cuando se toma en serio,pero no abdicaban,sino que preferían morir sobre el trono de la plaza".
A nosotros M.Estrada nos sugiere a tal punto que la dignidad del gobernante se apoya en parte en la ausencia de frivolidad que describe a Eusebio, bufón de Rosas disfrazado de general que encarnaba el poder como aquel que tenía "todas las exteiroridades de la máscara y todas las interioridades del loco" y finaliza diciendo:"Menos mal que,aunque andaba suelto,no era un general de verdad".
Decadencia actual:sustitución de la tragedia por patetismo,extrema pobreza de nuestros discursos sobre la muerte,los animadores televisivos como moralistas ,torquemadas de fin de siglo:confiese,arrepiéntase,avergüénzese ante mi (audiencia).
Este miserable espectáculo de nuestra lánguida cultura de no puede ser pensado como un simple disfraz epocal, finisecular, como quien imaginariza las maldiciones milenaristas .Son manifestaciones de la subjetividad capitalística sin fisuras,donde hay un embozo que no lo parece,un gobernante que se sabe bien vestido,una parte del pueblo que lo cree disfrazado y otra que lo percibe desnudo ."No necesitamos máscaras es la verdad(...)La máscara se ha desvanecido y la careta es una táctica más bien que un postizo de cartón",insistirá contemporáneamente desde su tumba M.Estrada.

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