jueves, 6 de agosto de 2009

DESPLIEGOS Nº 3 : CUERPOS QUE HABLAN

CUERPOS QUE HABLAN

GUILLERMO RÍOS

Acerca de los enunciados nazis Deleuze y Guattari plantean:
“En esos enunciados siempre encontramos el grito ‘estúpido y repugnante’de ¡Viva la muerte! , incluso a nivel económico en el que la expansión del rearme sustituye al aumento del consumo, y en el que la inversión se desplaza de los medios de producción a los medios de pura destrucción.” (Mil Mesetas. Capitalismo y Esquizofrenia. Deleuze y Guattari. Pre-Textos.Valencia. 1988. Pág. 234.-)

Con estos enunciados podríamos armar una nueva serie que diga:
Economía - consumo - destrucción - producción de nuevos enunciados,poniendo así en funcionamiento esta máquina semiótica del olvido que intenta trastocar sentidos en una profusión infinita de imágenes .
En un artículo de reciente aparición Horacio González señala que “(...) hay una actualidad que ha reemplazado la frase por el cadáver. Un viejo enunciado de los criminólogos, ‘los cuerpos hablan’, salió del gabinete técnico y se derramó sobre la vida pública.” (Clarín. Suplemento ZONA. 18 de octubre de 1998.)
La máquina semiótica puede pasar , una y otra vez, pero lo cuerpos siguen hablando.-
Diesel shit
Lunes 4 de mayo de 1998.
Querida hija:
Recién me entero que la marca Diesel es italiana, o por lo menos tiene oficinas en Italia. Te transcribo un artículo de Página 12 de hoy, lunes 4 de mayo de 1998, firmado por José Pablo Feinmann , se llama
“Los jeans de la muerte” y en su parte sustancial dice:
“...dos integrantes de la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina me acercan el ejemplar de la revista Gente del 0/04/98. Están atónitos,injuriados, agredidos hasta los extremos del dolor. En la página 33 del exitoso magazine (que, precisamente, se jacta en ese número de haber alcanzado la descomedida tirada de 300.000 ejemplares) hay un aviso de una marca de jeans. La marca es Diesel. En el aviso se ven nueve jóvenes fondeados (esto quiere decir con un peso que los empuja hacia el fondo, nota del babo) en un río. Tienen las manos sujetas a la espalda y los pies encadenados a bloques de cemento. Uno de ellos, el que está en primer plano, aún está vivo, ya que salen de su boca agónicas burbujas que buscan la superficie. La leyenda del aviso está en inglés -solo es una modalidad de los tiempos que corren- y dice: “No son tus primeros jeans, pero podrían ser los últimos. Al menos dejarás un hermoso cadáver”.
Es difícil traducir el estupor, la indignación, y el horror que esto produce.La persona que me ha entregado la revista dice:
“Así mataron a nuestros hijos”Uno sostiene la revista en sus manos y no pude creer lo que ve.Solo puede intuir el dolor que debe sentir el padre de un hijo fondeado en el Río de la Plata al observar la frivolización de la muerte, la mercantilización macabra de la tragedia. Tal vez solo en sus pesadillas imaginó -muchas veces sin duda- esa terrible imagen. Ahora está allí : sirve para vender
jeans. Se publica en una revista argentina. Nadie, en esa revista, parece haber tenido la dignidad, el respeto y hasta la piedad de decirle a la multinacional Diesel:
“Señores, no. Aquí, en este país no podemos publicar este aviso.”
El aviso no tiene pié de agencia. Será difícil saber quién fue el creativo sagaz que imaginó a 9 o 10 jóvenes como bellos cadáveres por morir con jeans Diesel.Sin embargo, en el extremo inferior derecho del aviso la empresa solicita algo al lector: “Para más información llamar a las oficinas Diesel: 00 (39) 42 44 77 5555”
Es lo que harán nuestros Organismos de Derechos Humanos”. End of quote.
Llamé a ese teléfono y pedí con el responsable del aviso.
Me pusieron en hold y después me cortaron. No debían tener muchas ganas de charlar sobre esto. Te pediría, ya que estás más cerca y podés hacerlo en italiano que pegués una llamadita y les des a piece of my mind en nombre de 30.000 desaparecidos en este país, muchos de los cuales fueron fondeados vivos en el río, sin jeans Diesel, eso sí, es una pena, se hubieran podido ahorrar los gastos de
producción .” (continúa pidiendo que se organice un boicot mundial).
Esta carta que está “navegando” por el ciber espacio me fue enviada por e-mail y habla sin necesidad de traducción alguna.
En su re-lectura se vuelve a colar el texto de González:
“Hamlet ocultó a Polonio por muy poco tiempo. Los cuerpos aparecen en lugares inadecuados pero son resistentes vestigios culturales, capaces de poder relatar el signo de su padecimiento después del fuego y la tortura. Los gobiernos militares centraron su idea de terror en la desaparición de los cuerpos. Que se haya podido cruzar esta
frontera última de las culturas revela qué clase de poder anómalo se poseía.
Los cuerpos son rastros tenaces, aunque sus signos sean inciertos. Siempre escriben la historia a contrapelo de los poderes que, al quitarles la vida, los tornaron reliquia y signo”.-

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