jueves, 6 de agosto de 2009

DESPLIEGOS Nº 2 :PRAGMÁTICO/MAQUÍNICO: DISCUSIÓN CON FÉLIX GUATTARI (19 de marzo de 1985)

PRAGMÁTICO/MAQUÍNICO: DISCUSIÓN CON FÉLIX GUATTARI (19 de marzo de 1985)
CHARLES J. STIVALE, WAYNE STATE UNIVERSITY
Traducido por G. L. W.
Recibí un mensaje en el correo electrónico en la primavera pasada de alguien llamado Michael Current, solicitando una dirección y también muy modestamente indicando la existencia de la (entonces) Lista de Deleuze. Cuando le respondí, me inscribió en la lista y, francamente, las cosas no han vuelto a ser como antes. Generalmente yo escribo mejor cuando tengo un interlocutor de algún tipo como destinatario, y él lo fue para mí en muchas ocasiones en el corto tiempo en el que nos conocimos. Lo que sigue es una entrevista inédita con Guattari que Michael me había alentado a compartir con la Lista.
1ª PARTE: Pragmática
1. “El pensamiento de Deleuze”
2. Revoluciones moleculares en Europa
La siguiente discusión con Félix Guattari tuvo lugar en su departamento de París. Con ayuda de algunos amigos, yo había preparado algunas preguntas y lo había llamado para ver si él podía responder a algunas de ellas. \1 Él respondió inmediatamente y dejó mensajes con el amigo en París en cuyo departamento yo pararía. Antes del viaje, yo también me había conectado con Gilles Deleuze para combinar una entrevista ampliada y, aunque su agenda y su salud no le permitían aceptar una sesión larga, yo lo visité en su departamento la noche anterior a la sesión con Guattari.
Me encontré con Guattari en su departamento del sexto arrondissement, cerca del Odeon, y pasamos unas tres horas hablando, luego hicimos mandados por el barrio, almorzamos y continuamos hablando por algunas horas más. Fue muy generoso con su tiempo, estuvo más que dispuesto a considerar cualquier cosa que yo le planteara y, como notará el lector, fue extremadamente paciente. Poco después de la entrevista, me di cuenta de que me había sobrepasado con mi batería de preguntas preparadas y temas a tratar y que debería haber limitado los temas para considerarlos tal vez en más detalle. También, al preparar este intercambio para su distribución y publicación, me he encontrado en una mueca más de una vez al releer algunas de las preguntas y respuestas. Sin embargo, a pesar de haber puesto a prueba su paciencia, Guattari habló completamente sin reservas y hasta delineó bastante extensamente algunos de los elementos de su trabajo actual.
Aunque intenté interesar a varias revistas en esta entrevista en los años posteriores, su longitud así como la situación notoriamente “difícil” de Guattari para muchos críticos norteamericanos se combinaron para hacer esta publicación imposible. Sólo a través de contactos por Internet en la lista Deleuze-Guattari encontré un interés por un reconocimiento más completo y justo de las contribuciones de Guattari a su colaboración con Deleuze y de su propio trabajo altamente especulativo. Una década después, algunos de los temas que discutimos ya están pasados, pero he conservado a la mayoría de ellos porque sí echan luz sobre el pensamiento de Guattari, en particular sobre política y cultura. Si bien también revisé mi traducción, me abstuve de “regularizarla” demasiado completamente para poder dejar tan intacta la espontaneidad de la pirotecnia verbal de Guattari como fuera posible.
Hacia el final de nuestra charla, sonó el timbre y mientras Guattari contestaba, yo me disculpé por unos minutos. Cuando volví, él me presentó a un hombre delgado y encanecido, Toni Negri, a quien Guattari le recibía el correo y que tenía una entrevista con él. Me fui y volví a ver a Guattari una sola vez más en 1990 en Baton Rouge en la Universidad del Estado de Louisiana donde él presentó y editó una versión de su “Les trois ecologies” (Las tres ecologías).
I. Pragmática
1. “El pensamiento Deleuze”
CS: Si miramos la tapa de _Sustancia_ 44/45 (1984), una vez más el nombre “Gilles Deleuze” bloquea el nombre de Félix Guattari. Este bloqueo, que a menudo ocurre cuando alguien se refiere al proyecto esquizoanalítico, parece corresponder al efecto que usted enfatizó en “Máquina y Estructura” (_Revolución Molecular_), \2 el efecto de transformar el nombre propio en un sustantivo común, es decir borrar al individuo. ¿Cómo reacciona usted frente a estos dos efectos, el bloqueo de su nombre y la “figuración” del nombre de Gilles Deleuze?
FG: No le puedo dar una respuesta simple porque creo que detrás de este pequeño fenómeno, hay algunos elementos contradictorios. Hay un aspecto bastante negativo que es que algunas personas han considerado la colaboración de Deleuze conmigo como deformante de su pensamiento filosófico y como un camino analítico y político donde él de alguna manera se extravió. Entonces, algunas personas han intentado presentar esta colaboración, a menudo de formas desagradables, como un episodio desafortunado en la vida de Gilles Deleuze, y por lo tanto, han mostrado hacia mí la actitud infantil de simplemente negar mi existencia. A veces, hasta se ven referencias al _Antiedipo_ o _Mil Mesetas_ en las que mi nombre es lisa y llanamente omitido, en las cuales yo ya no existo. Entonces, digamos que esta es una dimensión de la maldad de naturaleza política.
Se podría ver esta dimensión desde otra perspectiva: se podría decir, está bien, al final “Deleuze” se ha convertido en un sustantivo común, o en todo caso, un sustantivo común no sólo para él y yo, sino para un cierto número de personas que participan del “pensamiento Deleuze” (_la pensee deleuze_) como hubiésemos dicho hace algunos años “el pensamiento Mao”. “El pensamiento Deleuze” realmente existe; Michel Foucault insistió en eso hasta cierto punto, en una forma bastante humorística, diciendo que este siglo sería deleuziano, y yo así lo espero. Esto no quiere decir que el siglo estará conectado con el pensamiento de Gilles Deleuze, pero abarcará un cierto re-ensamble de actividad teórica vis-à-vis instituciones universitarias e instituciones de poder de todo tipo.
CS: ¿Cuáles son sus proyectos actuales? Y ¿Tiene usted un libro que aparecerá pronto sobre su trabajo clínico?
FG: Tengo dos libros que van a aparecer. Un libro con Toni Negri, \5 _Les Nouveaux espaces de liberte’_ (Los nuevos espacios de la libertad); luego, una recopilación de artículos de los últimos tres o cuatro años. Pensé en llamarlo _Les anne’es d’hiver_ (Los años del invierno), pero no sé. Además hay una tercera recopilación que será de textos sobre esquizoanálisis.
2. Revoluciones moleculares en Europa
CS: Usted me habló antes sobre el College International de Philosophie, . ¿Cuáles son sus objetivos en esta actividad y sus anhelos para esta institución? Y en términos de la empresa esquizoanalítica, ¿Cómo entiende su participación allí?
FG: Yo le advertí con anticipación: no la entiendo para nada ahora! (Risas)
CS: Sí, ¿acaba de mencionar que ya no está allí, que ya no pertenece al College?
FG: No. La gente, no los fundadores, que ha tomado el control de esta institución, a veces por medios que recuerdan más la vida dentro de grupos políticos pequeños que una actividad puramente científica con respeto de sí misma; la gente que realizó esta operación no está en general desprovista de cualidades, pero tienen una concepción de la filosofía que, en mi opinión, es tradicional en su ejercicio y que, por lo tanto, no permite la construcción de una nueva institución ya que, después de todo, la forma en la que quieren desarrollar los estudios filosóficos podría realizarse enteramente en el marco de las instituciones universitarias existentes.
CS: ¿Cómo entienden la filosofía?
FG: Bueno, usted comprenderá, este College de Philosophie, teníamos la idea, con un grupo de amigos, Jean Pierre Faye en particular, inmediatamente después de la llegada de los socialistas en Francia en 1981. La idea era desarrollar completamente nuevas formas de reflexión colectivas, particularmente en el campo de las relaciones entre ciencia y filosofía, arte y filosofía y, por mi parte, en los dominios de la reflexión sobre el urbanismo, la educación, la salud y las cuestiones psiquiátricas. Era, por lo tanto, una concepción, digamos, más cercana a la de los Enciclopedistas del siglo XVIII que a la filosofía universitaria tal como se ha desarrollado y, en mi opinión, tal como ha marchitado a la filosofía. Entonces, en lugar de aceptar la idea de una multi-polaridad enteramente necesaria para el proyecto tal como lo acabo de definir, el equipo actual, que tomó el control del College de Philosophie, creó un solo cuerpo central que distribuye seminarios transitorios, sin demasiada continuidad, únicamente dirigidos al final hacia sujetos que reclaman una educación en la historia de la filosofía, obviamente con algunas innovaciones interesantes, por supuesto, pero sujetos que finalmente no permiten hacer nada más que una enseñanza complementaria. Estos sujetos no nos permiten llevar adelante o establecer investigaciones o equipos de “pensamiento” con gente que no esté en el campo universitario de la filosofía, y por lo tanto desarrollar una perspectiva mediadora o de interfase en formas completamente nuevas.
Entonces, Jean Pierre Faye y yo estábamos totalmente preparados para colaborar con estas personas dedicadas a este tipo de pensamiento, pero a condición de que tuvieran su territorio precisamente delimitado y no intentaran invadir y dirigir el College de Philosophie como un bureau político con un comité central cuyo secretario general dirigiera las así llamadas organizaciones filosóficas. Por lo tanto, hemos decidido constituir otra cosa, otro Colegio de filosofía europeo, con la esperanza de tener los medios para realizar su desarrollo.
CS: Dado que está considerando un colegio europeo, ¿qué está pasando en Europa en cuanto a las “revoluciones moleculares”? ¿Está sucediendo alguna “revolución molecular” en Europa o en Francia?
FG: Esta es una pregunta interesante y al mismo tiempo incómoda porque uno podría pensar, mucha gente piensa, que toda esta dimensión que yo llamé “molecular” -esta dimensión de interrogación de la relación entre la subjetividad y todo tipo de cosas, el cuerpo, el tiempo, el trabajo, los problemas de la vida cotidiana, todos los devenires de la subjetividad a los que se dirigen las revoluciones moleculares- uno podría pensar que fue un fenómeno pasajero, conectado con los sucesos de los ‘60, un chispazo, tal vez un sueño, una fantasía, sin futuro. Hoy (1985), todo parece haber vuelto al orden, y ahora es la era del nuevo conservadurismo, algo que usted conoce muy bien en los Estados Unidos.
Los que, como yo, siguen pensando que, por el contrario, este movimiento continúa, a pesar de las dificultades e incertidumbres, son considerados visionarios o completamente retro y desquiciados. Bueno, yo acepto este aspecto gustosamente, más gustosamente que muchas otras cosas, porque básicamente... yo pienso que, en el 68, no pasó demasiado. Fue un gran despertar, un gran trueno, pero no pasó demasiado. Lo que ha sido importante fue lo que pasó después y lo que no cesó de ocurrir desde entonces. Así es que las revoluciones moleculares en el orden de la liberación de la mujer han sido muy importantes en su espectro y resultados y continúan por todo el planeta. Estoy pensando en cierta medida en lo que encontré en Brasil, en las inmensas luchas de liberación de la mujer que deben librarse en el Tercer Mundo.
Hay en este momento un auge muy profundo de la subjetividad en Francia que se está desarrollando en torno a la cuestión de los inmigrantes y la emergencia de nuevas culturas, de culturas migrantes que tienen que ver con las segundas generaciones de inmigrantes. Esto se manifiesta en formas paradójicas, como el racismo más reaccionario que se está desarrollando en Francia en torno al movimiento de Jean-Marie Le Pen, pero también, lo contrario, se manifiesta a través de estilos, a través de gente joven que se abre a otra sensibilidad, otra relación con el cuerpo, particularmente en la danza y la música. Esto también pertenece a las revoluciones moleculares. También hay un desarrollo considerable que, en mi opinión, tiene un gran futuro, en torno a los Verdes, los movimientos alternativos, ecológicos, pacifistas. Esto resulta muy evidente en Alemania, pero estos movimientos se están desarrollando ahora en Francia, Bélgica, España, etc.
Entonces, usted me dirá: pero, en realidad, ¿qué es este desván, esta gran bañadera en la que usted está metiendo movimientos muy diferentes, a veces violentos, por ejemplo los movimientos de luchas nacionalistas (los vascos, los irlandeses, los corsos) y luego los movimientos no violentos como los de la mujer, los pacifistas? ¿No es un poco incoherente? Bueno, yo pienso que no porque, una vez más, la revolución molecular no es algo que constituye un programa. Es algo que se desarrolla precisamente en la dirección de la diversidad, de una multiplicidad de perspectivas, de crear las condiciones para el ímpetu máximo de los procesos de singularización. No se trata de crear consenso; por el contrario, cuanto menos acordemos, más avanzaremos en la creación de un área, un campo de vitalidad en diferentes ramas de este filo de la revolución molecular y más reforzaremos este área. Es una lógica completamente diferente de la lógica arborescente, organizacional que conocemos en los movimientos políticos o gremiales.
Bueno, sigo pensando que realmente hay un desarrollo en la revolución molecular. Pero, si no queremos convertirlo en una etiqueta global y vaga, hay varias cuestiones que surgen; hay dos, no las voy a desarrollar, simplemente las voy a señalar. Hay una cuestión teórica y una cuestión práctica:
1) La cuestión teórica es que, para dar cuenta de estas correspondencias, las “afinidades electivas” (para usar un título de Goethe) entre movimientos diversos, a veces contradictorios y hasta antagonistas, debemos forjar nuevos instrumentos analíticos, nuevos conceptos, porque lo que cuenta aquí no son los rasgos compartidos, sino más bien la transversalidad, el cruzamiento de máquinas abstractas que constituyen una subjetividad y que están encarnadas, que viven en regiones y dominios muy diferentes y, repito, que pueden ser contradictorias y antagonistas. Por lo tanto, esta es toda una problemática, toda una analítica de la subjetividad que debe desarrollarse para poder comprender, para dar cuenta de, para trazar una cartografía de estas revoluciones moleculares.
2) Esto nos lleva al segundo aspecto que es que no podemos contentarnos con estas analogías y afinidades; también debemos intentar construir una práctica social, construir nuevos modos de intervención, esta vez no en relaciones moleculares sino molares, en relaciones de poder social y político, para evitar seguir observando la derrota sistemática y recurrente que conocimos en los 70, particularmente en Italia con el enorme surgimiento de la represión vinculada a un evento, en sí mismo represivo, que fue el surgimiento del terrorismo. A través de sus métodos, su violencia y su dogmatismo, el terrorismo contribuye a la represión de Estado contra la que está combatiendo. Hay una especie de complicidad, nuevamente, transversal. Entonces, en este caso, no estamos ya solamente en el plano teórico, sino en el plano de la experimentación, de nuevas formas de interacción, de construcción de un movimiento que respeta la diversidad, las sensibilidades, las particularidades de las intervenciones y que es, sin embargo, capaz de constituir máquinas antagonistas de lucha para intervenir en las relaciones de poder.
Realmente no puedo desarrollar mucho para usted sobre esto; esto es simplemente para decirle que por lo menos hay un comienzo de este tipo de experimentación que muestra que no es del todo un sueño, que no son sólo meras fórmulas tal como las tiré hace diez, quince años; y sobre este movimiento, creo que son los Verdes alemanes los que nos están dando no su modelo, pero sí una dirección, ya que el modelo alemán, por supuesto, no es trasladable. Pero es cierto que los Verdes alemanes son gente cuya actividad está bastante en contacto con la vida diaria, que les preocupan los problemas relacionados con la niñez, la educación, la psiquiatría, etc., que les preocupa el medio ambiente y las luchas por la paz. También son gente que ahora puede establecer relaciones de poder muy importantes en el corazón de la política alemana y que intervienen en el frente del Tercer Mundo, por ejemplo, habiendo intervenido en solidaridad con los Canaques franceses, o que intervienen en Europa para desarrollar movimientos similares. Esto me interesa enormemente, la multi-funcionalidad de este movimiento, esta salida de algo que es un aparato central con su programa, su bureau político, su secretariado. Como verá, he vuelto nuevamente a los mismos términos que utilicé cuando estábamos hablando sobre el College de Philosophie.
CS: Esto es, los Verdes parecen trabajar en todos los estratos, tanto en el estrato molecular como en el molar, del Tercer Mundo ...
FG: Correcto, y también en los estratos artístico y filosófico.(continuará)

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